TODA HISTORIA TIENE UN BUEN COMIENZO.

¿SABÍAS QUE... ?

El pueblo de Santa María de Huerta fue fundado por los monjes cistercienses en el siglo XII

Perdieron buena parte de sus bienes en el siglo XIX tras la desamortización de Mendizábal, los cuales fueron confiscados, sacados a subasta y adquiridos por diversos propietarios.

En 1846, una parte, lo que hoy es la Casa de Espiritualidad,  fue a parar, por herencia de su tío, don Antonio Cerver y Glande, a Doña Inocencia Serrano y Cerver, casada en primeras nupcias con Don Antonio María del Valle.

Doña Inocencia, en 1971 se casó en segundas nupcias con Don Enrique de Aguilera y Gamboa, Marqués de Cerralbo.

Más tarde, Amelia del Valle y Serrano, Marquesa de Villa Huerta, donaría a su muerte, en 1927, la casa y las tierras colindantes, a la Congregación de las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús, sus actuales propietarias, que llegarían en 1930 desde Chamartín.

Las instalaciones, tras diversas obras de ampliación,  se destinaron durante más de ochenta años a un taller de corte y costura, un colegio, un internado – escuela hogar y posteriormente, también a casa de espiritualidad.

Desde el 2013 funciona exclusivamente como casa de espiritualidad contando para ello con el apoyo y presencia de una comunidad de religiosas del Sagrado Corazón. 

 

Sobre nuestra identidad

Hoy como ayer, las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús somos mujeres de todas las culturas que seguimos experimentando la fuerza del amor de Jesús en nuestras vidas, que nos llama a seguirle y a permanecer en Él.

Estamos llamadas a ser contemplativas y apostólicas.

Queremos ser mujeres de relación, capaces de compadecer y reconciliar y queremos vivir en comunidad con sencillez , cercanas a los niños, jóvenes y adultos que nos rodean.

NUESTRAS PRIORIDADES EN LA CASA

ACOGIDA

Con apertura, respeto y cercanía

ENCUENTRO

Con la naturaleza, contigo mismo, con los demás y/o con Dios

SERVICIO

Con calidad, flexibilidad y disponibilidad

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